DOCUMENTOS SOCIALDEMÓCRATAS
No derogar la Amnistía, sí respetar el Derecho Internacional.
(Carlos Mª Bru Purón)
30 Noviembre 2021
I.- Curiosamente, con un lapso de días, he de remitirme a nuestro añejo Código Civil y su artículo 2º, apdo. 2, para deshacer la versión simplista, cuando no sectaria, del concepto jurídico “derogación”: versión tendente a convertir en portazo lo que no es sino la puerta al continuo devenir jurídico que sustituye, modifica o complementa normas.
(En el anterior caso[1] respecto al Proyecto de Ley de Reforma Laboral. Hoy, respecto del Proyecto de Ley por el que se introduce una Enmienda de Reforma y Adición a la Ley 52/2007 de Memoria Histórica al efecto de denominarse de “Memoria Democrática” y debida alusión a los principios generales de Derecho anteriormente omitida)
Vayamos al Código: “No tendrá (la derogación…más) alcance que expresamente se disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley nueva, sobre la misma materia, sea incompatible con la anterior”
Como veremos, ni la Ley de Memoria Histórica de 2007, ni la proyectada de Memoria Democrática condujeron entonces ni intentan hoy, en modo alguno, conducir a la derogación total o parcial de la Ley 46/1977, 15 de octubre, de Amnistía.
II.- Simplemente, aquella Ley mantuvo silencio, no rechazo, en cuanto a la necesaria remisión al Derecho Internacional convencional y consuetudinario que ha de respetarse y, para ello, mencionarse. Lo que -a saber si por ignorancia o por atención a otros datos fácticos del momento- la Ley de Amnistía obvió.
En efecto , seis meses antes de la promulgación de dicha Ley de Amnistía, concretamente el 27 de abril -con efecto desde 27 de julio- de dicho 1977, España había ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos acordado ya en el seno de Naciones Unidas en 1968. Pacto cuyo artículo 15, apdo. 1 establece -como no podía ser menos- el principio nulla poena sine lege, pero seguido de un apdo. 2 que añade: “Nada de lo dispuesto en este artículo se opondrá al juicio o a la condena de una persona por actos u omisiones que, en el momento de cometerse, fueran delictivos según los principios generales del Derecho reconocidos por el Derecho Internacional”. ¿Si no, cómo se habría juzgado y condenado en Nuremberg durante los años 1.945/46?
Evidentemente -y así lo han ratificado legislaciones de ámbito global- el texto del Pacto se refería a los “crímenes de humanidad” asimismo reconocidos por la ONU en su Resolución de 11 de diciembre de 1946, tales “asesinato, exterminio (…), deportación (…) contra la población civil o persecución por motivos políticos (…) en conexión con cualquier crimen contra la paz (…).” Doctrina corroborada por amplísima jurisprudencia también internacional y de la que cabe citar muchos ejemplos, tales las Sentencias del TEDH, Chipre vs. Turquía, Kolk y Kislyiy vs. Estonia, Korsakov vs. Moldavia; las de Latinoamérica, CIDH, Velazquez vs. Hondura, Babamaca vs. Guatemala, como -recordémoslo bien- las españolas AN Pinochet 1998, TS Scillingo 2007, AN Moyano vs. Leprich & allia 2008, etc., etc.
III.- En otro artículo mío en este digital[2], consideraba yo la necesaria inclusión de la política represiva del franquismo en el catálogo de crímenes de lesa humanidad para los que Naciones Unidas -y por consecuencia, multitud de Estados- eximen de la regla general de irretroactividad penal.
Y en efecto, examinadas legislación, jurisprudencia y mera práctica represoras llevadas a cabo por la Dictadura, pocas dudas cabían y caben al efecto.
Transcribo mis propias palabras: <<¿Hará falta desplegar mucha técnica jurídico-creativa para considerar tipificables de “lesa humanidad” conductas como las de un Régimen nacido de rebelión frente al Gobierno legítimo y cuya inmediata legislación criminaliza con carácter retroactivo las “responsabilidades políticas” (Ley de 09/02/1939) exigibles hasta a los simples “afiliados a los Partidos” objetos de persecución, o “reprime” (sic) también retroactivamente la adscripción a “la masonería y el comunismo”, pero en el articulado extendida a “(…) troskistas, anarquistas y similares” (Ley 01/03/1940); o extiende la Ley republicana de Vagos y Maleantes (para aseguramiento y atención de los que están en una situación), a castigo para los que tienen determinada condición (“homosexuales”, Ley 15/07/54) o pertenecen a cierta etnia (“gitanos”, Orden Ministerio Gobernación, 1955)? Y si a eso le agregamos las 114.456 personas acreditadamente asesinadas desde el Alzamiento y hasta mucho después del 01/04/1969, las más de 450.000 personas (2% de la entonces población española) que se libraron huyendo, la media anual de 350.000 presos por “delito político” desde el 39 a los 50s, la cifra probable de 30.000 niños arrebatados a sus padres, los trabajos forzados, la depuración masiva de maestros y demás funcionarios por “desafección al Régimen” (Ley 10/02/39), … parece indudable que por el carácter planificado, sin subterfugios, descaradamente impreso en BOE’s y circulares de todo tipo, fielmente ejecutado por Tribunales de toda índole y jerarquía, de esa labor represora, parece -repetimos- que la misma encaja al dedillo en la figura penal del delito de lesa Humanidad.>>
Y por nota, aclaraba yo que <<indagaciones posteriores (Preston, Casanova, Espinosa y Ledesma, Luengo y Aizpiru, etc) nos hablan de cerca de 140.000 los fusilados, de los que 1/3 tras la victoria>> y hacía yo tener en cuenta que <<-como comprobé en Actas notariales que autoricé a requerimiento de familiares para el cobro de indemnizaciones (permitidas por la Ley 5/1979 modificada por Ley Presupuestaria 4/1990), que la mayoría de los partes médicos de postguerra encubrían el fusilamiento como “paro cardiaco”, “efusión sanguínea”, etc.>>
IV.-Evidentemente, la incursión del factum (acción humana) en el ius (norma) conllevaba para los autores o cómplices de tales procederes la aplicación automática de esa norma condenatoria criminal.
La ratificación española del Pacto en Abril comportaba la sujeción al mismo de la Ley de Amnistía, posterior en meses. No se hizo, y nuestros Tribunales callaron. Pero no evitaron la aplicación de la Justicia Universal por el Juzgado Federal nº 1 de Buenos Aires, que en su momento inició procesos contra varias personalidades del Régimen anterior, la mayoría fenecidos. Y es de destacar la loable actitud del ex Ministro Martín Villa quien, al parecer, se ha prestado a declarar ante la titular Jueza Servini de Cubria respecto de los sucesos de Vitoria 1976 , por cierto al parecer más imputables a otra jerarquía de aquel tiempo que al de dicho ex Ministro.
V.-Resumía en aquel texto -y resumo hoy- que hay delitos contra la Humanidad basados en el ius cogens sancionados por los Tribunales de todas las Naciones civilizadas, y por ende España, corroborado por nuestra adhesión al Pacto de Derechos Humanos (por cierto ya se anunciaba así, aunque en términos poco claros, en la Disposición Adicional 2 de la Ley de 2007).
Y esto -ni menos, tampoco más- es lo que contiene la modificación -nunca derogación, sí adición- de la Ley de 2007 a través de la actual propuesta del Gobierno Español que, inserta en una futura Ley de Memoria Democrática, dirá así: “Todas las Leyes del Estado Español, incluida la Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía se interpretarán y aplicarán de conformidad con el Derecho Internacional convencional y consuetudinario y, en particular, con el Derecho Internacional Humanitario, según el cual los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables”.
Repito, ni menos ni más de lo que implícitamente ya era Ley por España desde el momento, abril 1977, en que se ratificó el tan citado Pacto de Derechos Humanos, y con ello la norma que en el mismo consta acerca de la permanencia -hasta su resolución judicial- de los delitos de lesa humanidad. Norma indiscutible e indiscutida por doquier, pero que en nuestro país -año difícil el 77- se soslayó pero que nadie a su vez intentó -habría sido grave ataque al Derecho Internacional- rechazar.
VI.- Se produjo, pues, un vacuum legal, que el futuro texto de Ley de Memoria Democrática, caso de ser aprobado, remediará.
Y remediar es poner las cosas a punto, ni eliminarlas ni, por reflejo, eliminar buenas medidas como la que, en grado máximo, proporcionó a los españoles la Ley de Amnistía.
San Sebastián de los Reyes, 30 Noviembre 2021
[1] Vide “Reforma laboral: ¿se deroga o se modifica?”, Diario Progresista Digital 06/11/2021
[2] Vide “La justicia universal actúa ya frente al franquismo”, Diario Progresista 25/09/2013
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“La injusticia se hace inane”,
por Carlos Mª Bru Purón.
27 octubre, 2021
Cuando alguien se empecina en mantener una contienda de contenido ambiguo y de objetivo meramente autosatisfactorio, parece que lo más hábil por parte del pretendido contrincante está en cortar por lo sano, “Vd. dirá” y, a otra cosa, mariposa. Veamos si tal táctica es aplicable a nuestra belicosa actualidad política, y en la que el Covid-19 parece ser provechoso alimento antigubernamental.
I.- Al pretendido garrotazo que una exigua mayoría del Tribunal Constitucional entendió daba al Gobierno de la Nación declarando -Sentencia del 14 de julio últimonulas las medidas de confinamiento tomadas para contrarrestar el entonces galopante contagio del Covid-19, y ello mediante la inenarrable decisión jurisprudencial de detraer del campo de las “alteraciones de la salud” que (art. 4 b) es el propio del estado de alarma para aterrizar en el de “desorden público” (art. 13) propio del de excepción… cabe, sí, la respuesta gubernamental de un “sálganse Vds., Sres. Magistrados, con la suya, mariposa a otro vuelo”. Ciertamente -y tal como recomendaba yo en el reciente artículo aparecido en este digital[1]-el Gobierno debería recurrir la Sentencia ante el Tribunal General de la Unión Europea en base a los principios de “proporcionalidad”, “limitaciones necesarias de interés general” (¿la salud no atiende a él?) contenido en la Carta de Derechos UE: veremos si se lleva a cabo en beneficio de medidas futuras. Pero, lo más grave, advertía yo -y otros autores- era la amenaza de una riada de reclamaciones administrativas derivadas en judiciales, que, al amparo del Fundamento 11, punto 2º, a), b) y c) del Fallo de la Sentencia, se avecinaban para satisfacción de expectantes bufetes y sobrecarga de Administraciones y Tribunales.
II.- Y hete aquí que, inesperadamente, para sorpresa de los Sres. Magistrados votantes en favor del Informe González-Trevijano y para desilusión de los numerosos despachos profesionales ya a la carga, el Poder Ejecutivo pone la vista en el mal menor atinente a órdenes procesal y económico de toda la Nación, y decide motu proprio el cese de los expedientes(se dice que más de un millón) sancionadores y devolución de oficio del importe de las multas (parece que más de 170.000) cobradas. El procedimiento busca la mayor simplicidad en sí -en todo caso ajeno a pasillos y togas- y al empecinado litigioso se le procura, se le induce, a dejarnos en paz. De donde aquella injusta sentencia contra medidas que a su vez -junto con la vacunación- habían procurado el descenso radical de la pandemia en nuestro país, fue una sentencia que, satisfactoriamente, y mediante una valiente maniobra gubernamental, ha pasado a la categoría de inane.
III.- Pero la mariposa, parece que con pezuñas, no va a otra cosa, vuelve al lugar de origen. De una parte, tenemos la por publicar Sentencia de 05/10/2020 por la que el Constitucional atiende la demanda del Grupo Parlamentario Vox -sí, el que paradójicamente había votado en favor y que suspendió la asistencia de 49 de sus miembros tras la afección de Covid a Ortega Smith-, Sentencia que impugna el Acuerdo de la Mesa del Congreso de 19/03/2020 por el que se dejaron en suspenso los plazos de iniciativas parlamentarias y que no impidió la celebración de Comisiones y varios Plenos así como de respuestas a 1.000 preguntas individuales. Para esta segunda Sentencia, la decisión de la Mesa “vulnera la participación política”. (Por cierto, el Magistrado Narváez, Ponente de la misma mantuvo ab initio la posición contraria y a la vista del derrotero de la mayoría de sus colegas, cambió radicalmente el texto). Pero lo importante es que, lo celebrado, celebrado está y lo no celebrado, no: ¿qué consecuencias prácticas ha de tener el condenar judicialmente la omisión de Sesiones Parlamentarias durante los peores momentos de la pandemia? Aparte de lo que de regañina tiene, el firmante de estas líneas no llega a vislumbrar otros efectos. Sentencia también inane, esta vez de por sí.
IV.- Pero aún queda otra Resolución de nuestro alto Tribunal en respuesta a un nuevo recurso de Vox (que también había votado afirmativamente algunas de las prórrogas) y por el que se revoca la decisión parlamentaria de establecer un nuevo confinamiento durante otros 6 meses. A falta de noticia del contenido del texto, cabe preguntarnos si su Fallo impondrá también la anulación de sanciones gubernativas. Al también Ponente Narváez y colegas votantes cabe decidir si -ausencia de sanciones- la Sentencia será tan meramente declarativa como la del 5 de octubre, o si reitera la anulación de sanciones que impuso el 26 de julio.
Pero en este caso la previsible, por congruente, revocación de sanciones por parte del Gobierno, la convertirán también en inane, pero eso sí, tras pérdida de tiempo y de confianza por parte de los españoles en unas Instituciones más atentas a conflictos doctrinarios que a los riesgos de un contagio masivo cual el del Covid-19. [1]Bru, C. Mª “Pandemia en vivo, cascada judicial”, 18/08/21
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“Reforma laboral: ¿se deroga o se modifica?”,
por Carlos Mª Bru Purón.
6 noviembre, 2021
I.- Se ha hecho omnipresente en los comentaristas -quizá para rellenar ratos perdidos- dilucidar si hay divergencia entre el propósito de derogar la Ley 3/2012 de Reforma Laboral (medida anunciada en el llamado “Acuerdo de Coalición progresista” de 30/12/2019 que dio lugar a la formación del actual Gobierno) y las llamadas “modificaciones” que el mismo ha remitido el 27 de abril último a Bruselas en su “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, en cuyo texto se prevé sustituir medidas concretas de la repetida Ley del 2012 por otras a promulgar.
La discusión es baladí, mucho tiempo acortaríamos si tuviésemos en cuenta un viejo precepto, simplemente el art. 2º del Código Civil español (¡año 1889!), donde se nos dice que “la derogación tendrá el alcance que expresamente se disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la Ley nueva, sobre la misma materia, sea incompatible con la anterior.” (¿No hemos aprendido que, salvo la obrante en “artículo único”, toda ley derogatoria es puntual, está íntimamente enlazada con modificaciones concretas?)
II.-Uno de los temas del día, objeto de estas líneas, es el de la permanencia, abrogación o simple modificación de la llamada “prevalencia del Convenio de Empresa respecto al Colectivo o sectorial”. La Ley 3/2012 modificó el Estatuto de los Trabajadores al establecer en su artículo 84.2 -mediante uso de una indigerible terminología-la “prioridad aplicativa” de aquel tipo de Convenio interno sobre el externo o sectorial, habitualmente pactado con los Sindicatos.
Tras persistente e innegable cruce de opiniones entre varios titulares de Ministerios, incluso de Vicepresidencias, del actual Gobierno, la posición actual del mismo es -textualmente- la siguiente: “El Gobierno está comprometido con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea (…) . (…) el Gobierno busca, a través del diálogo social un acuerdo con todas las partes justo y equilibrado. Esta voluntad es la mejor garantía de obtener una reforma duradera dentro del acuerdo establecido con la Comisión Europea en el Componente 23 del Plan de Recuperación”[1].
Y el Componente 23 nos anuncia unas “nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo dinámico, resiliente (nota bene propia, ¿no abusamos de este adjetivo, creado por el divulgador Boris Cyrulnik?) e inclusivo”. Cuyo Componente queda explicitado como un modo de “abordar los distintos problemas que abarca el mercado laboral español, (…) modernizar la negociación colectiva, (…) favorecer la invención e impulsar la creación y crecimiento empresarial, (…) apoyo al emprendimiento y en particular a las startups tecnológicas, adoptando las mejores prácticas internacionales para hacer de España una Nación emprendedora” (más nota bene: ¿y dichas prácticas en los países de la UE no son las de prevalencia del Convenio laboral interno junto con sistemas -de que hablaremos- de cooperación capital/trabajo en el decisionismo básico de la empresa misma?).
Y sigue el Plan: “La mejora del funcionamiento del mercado laboral español (exige) un conjunto de reformas que aborden la dualidad y resuelvan los desequilibrios arrastrados del pasado”. Y recordando que las empresas españolas con menos de 50 trabajadores representan el 93% del total y el 72% del empleo, el Plan concluye por la necesidad de “modernizar el marco normativo laboral, con el fin de adaptarlo a la realidad del siglo XXI y apostar por un marco de flexibilidad y seguridad que garantice la eficiencia económica y la calidad del empleo”. Por lo que, “en línea con las recomendaciones a España por las distintas Instituciones, este programa (…) incluye la modificación de las políticas activas de empleo y de la negociación colectiva, así como el desarrollo de un nuevo mecanismo de ajuste interno de las empresas alternativo al desempleo (para) adaptar el marco de las relaciones laborales y los mecanismos de concertación social a las necesidades del proceso de digitalización”.
III.- ¿Y la atención a ese proceso de digitalización, teletrabajo, conciliación, inteligencia artificial, sostenibilidad y defensa de la biodiversidad, etc., no comportan un decisionismo -también en lo laboral- adherido al entorno de la empresa en sí, -más aún- a su interioridad?. Se hace imprescindible en cada empresa una cercanía decisoria entre accionariado y trabajo. Derivada, a su vez, de una auto-significación de cada empresa, factor a reconocer porque la variedad de sus proyectos y realizaciones es lo que distingue la naturaleza -y previsible destino- de sus decisiones a tomar.
Y ocurre que la famosa “prioridad aplicativa” de los Convenios sectoriales, genérica y absoluta, contraviene esa cercanía, ya que los órganos sectoriales -ej., Sindicatos- son, no obstante su permanente calidad, en gran parte ignorantes y por tanto ajenos a las medidas que, incluso en lo laboral, ha de tomar toda empresa orientada hacia el futuro.
He aquí que no sea disparatado mantener una cierta prevalencia de Convenio de Empresa cuando atañe a varias e importantes facetas de la relación laboral, por supuesto no al simple “descuelgue salarial” unilateral que, ciertamente, pretendió la Ley de 2012.
IV.- Pero precisamente es en el peso del asalariado en el campo interno del decisionismo empresarial mismo, a través de mecanismos como el de una democratización interna de sus órganos, donde radica la concertación más conveniente en pro del éxito de la empresa. Somos muchos y son varios los Ordenamientos jurídicos estatales proclives a mecanismos por los que, en proporciones prudentes, el accionariado y el asalariado tengan la representación adecuada, bien mediante el Consejo de Administración mixto, bien mediante la dualidad Consejo de Administración / Consejo de Vigilancia.
Ello nos lleva a la recuperación de aquel término y aquella realidad de una “cogestión”[2], para tantos demodée o fruto de caducas democracias cristianas de los años 60, pero que, curiosamente, es realidad en los países escandinavos (ej., Suecia) y Alemania, en manos de empleados (en sendos países, y respectivamente, atribución del 1/3 y el 1/2 de los votos en Consejo) para las empresas a tenor del capital social y del número de los mismos, siempre a favor de más participación cuanto más envergadura económica. Sin olvidar el proyecto comunitario europeo contenido en el Reglamento 2157/2001 y la Directiva 86/2001, ésta conocida como la de “implicación de los trabajadores en la Sociedad Anónima Europea”, proyecto malogrado por la oposición -era tema sometido a unanimidad- del entonces Presidente del Gobierno español José Mª Aznar[3].
Y no se tachará de conservadurismo ni cabe aplicarle esos epítetos al economista francés Thomas Piketty, el promotor del socialismo participativo, cuando en sus recientes obras “Capital e ideología”[4] y “¡Viva el Socialismo!”[5], afirma que “la cogestión se traduce en una mayor eficacia dentro de las empresas”, puesto que la “deliberación y participación no sólo en las diversas formas de vida cultural, económica, cívica y política” sino en la “gobernanza empresarial” lleva “a una mejor implicación de los empleados (…) y, en última instancia, a una mayor eficiencia económica y social”.
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[1] Comunicado del Ejecutivo de 02/11/2021
[2]Vide, entre muchos, Bru Purón, CMª, “Gestión obrera, cogestión y autogestión”, nº extraordinario de “Cuadernos para el Diálogo”, Madrid Octubre 1966.
[3]Vide BruPuron, C.M. « Un sonoro título para una nimiedad jurídica: La Sociedad Anónima Europea” en “Liberamicorum Marcelino Oreja Aguirre”, Ed. Cinterco, 2009, págs. 295 y sgtes.
[4] Ed. Planeta, 2019, págs. 591 y sgtes.; 1148 y sgtes.
[5] Ed. Deusto, 2021, págs. 137 y sgtes
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Pobreza y Exclusión social: Enfermedades de la Sociedad Actual
Rosa Martínez Rodríguez
17 noviembre 2021
Pobreza y Exclusión social: Enfermedades de la Sociedad Actual – Rosa Martínez Rodríguez, concejala (PSdG-PSOE) en Ourense
Que poco se habla de pobreza, crisis…? Y que pocas veces ponemos una cara cercana, aunque las hay y muchas.
Cuanta gente a nuestro alrededor con graves carencias y deficiencias, lo está pasando francamente mal.
Cuantos niños/as en la mayor necesidad, primero por la fuerte crisis económica y cuando nos estábamos recuperando por esta pandemia derivada de la COVID-19. Cuando hablamos de pobreza en ocasiones pensamos en el tercer mundo y cada vez más podemos comprobarlo a nuestro alrededor.
Contenidos
Pobreza y Exclusión social: Enfermedades de la Sociedad Actual
Las colas del hambre en España
Soluciones a un problema complejo
La situación en Ourense
La pandemia agrava la situación
Pobreza y Exclusión social: Enfermedades de la Sociedad Actual
Según un informe del Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) aumentó al 26,4%, desde el 25,3% en el año 2019, y el 7,0% de la población se encontraba en situación de carencia material severa, frente al 4,7% del año anterior.
En Galicia el 24,3 % de la población estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social en el año 2019. En el último año, Galicia es una de las cuatro regiones que ha aumentado su tasa AROPE, con un incremento de 1,3 puntos porcentuales, el cuarto más elevado de todas las comunidades autónomas.
Cada vez podemos hablar más de pobreza infantil en España, 1 de cada 3 niños y niñas están bajo el umbral de la pobreza. La pobreza infantil es un término muy complejo y afecta a los más vulnerables de la sociedad, los niños por si solos, no pueden revertir el salir de una situación de pobreza.
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño establece la necesidad de poner en marcha acciones para aumentar las oportunidades y capacidades de la infancia para salir del círculo de la pobreza. El interés superior de la infancia obliga a considerar la pobreza infantil como una prioridad en la lucha contra la pobreza a nivel global.
Las colas del hambre en España
Cada vez más en España hablamos de la cola del hambre, pero sabemos que es? En las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, etc.) es donde más las podemos ver.
Forman parte de las más de 100.000 personas que reciben algún tipo de ayuda alimentaria de las redes vecinales madrileñas desde el inicio de la pandemia. También reciben ropa, objetos de aseo personal, junto con otros utensilios de primera necesidad, tal y como podemos apreciar en las fotografías realizadas por mí durante la semana del puente del Pilar de este mismo año, a pocos metros de la Puerta del Sol, Km Cero de España, en pleno centro de la capital de España.
En España, un millón y medio de familias dependen hoy de las colas del hambre, y necesitan ayuda para poder comer, o sea, lo que supone uno de cada doce hogares en un país con más de 18 millones de hogares, necesitan ayuda para llenar su nevera, según los últimos datos del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria).
Cabe destacar que en el 2 ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) de la agenda 2030 nos habla de la erradicación de estas colas, su objetivo: Poner fin al hambre, pero el mundo no está bien encaminado para alcanzar el objetivo de hambre cero para el 2030.
Al mismo tiempo, es necesario llevar a cabo un cambio profundo en el sistema agroalimentario mundial si queremos alimentar a más de 820 millones de personas que padecen hambre y a los 2000 millones de personas más que vivirán en el mundo en el año 2050. El aumento de productividad agrícola y la producción alimentaria sostenible son cruciales para ayudar a aliviar los riesgos del hambre.
Soluciones a un problema complejo
Pero, que se puede hacer desde una óptica socialdemócrata para conseguir este fin? El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero declaró en el año 2014 que se podría erradicar la pobreza extrema. Podría ser un objetivo alcanzable para la humanidad en quince años, si se destinaban más recursos a este fin.
Para ello sostenía en el año 2014, el 1% del PIB (Producto Interior Bruto) mundial tenía como destino programas de cooperación al desarrollo, pero si esa aportación creciese al 5%, ese objetivo se conseguiría en muy pocos años.
Para alcanzar estos objetivos defendía erradicar la desigualdad del desarrollo de nuestro planeta, causante de la gran brecha entre el Norte y el Sur, que produce grandes paradojas y contradicciones. Esta desigualdad ha seguido aumentando en los últimos treinta años, con niveles preocupantes en América Latina.
Para acabar con las desigualdades, proponía el expresidente introducir políticas públicas que mejoren las relaciones laborales, que cambien el papel de los sindicatos, permitiendo una mejor negociación colectiva.
También proponía mejorar los salarios mínimos en los países, defendiendo que si estos salarios son dignos pueden convertirse en una “palanca para la creación de la igualdad”
También sostenía que “Un país no es un mercado y menos un negocio” sino “una comunidad política”, “se necesita el principio de solidaridad y de responsabilidad compartida”.
La situación en Ourense
¿Qué pasa en nuestra provincia, a lo largo de estos últimos 38 años en los que lleva gobernando esta provincia la saga Baltar? Y en nuestra ciudad?
Hemos retrocedido en todos los parámetros que nos comparemos con otras provincias, de nuestro entorno, en cuanto a la pobreza. Casi un 40% de los hogares de la provincia vive en su totalidad del dinero que percibe a través de las prestaciones públicas -incluyendo jubilaciones-. Casi un 18 % de las familias vive por debajo del umbral de la pobreza, también un índice que la sitúa a la cabeza de la comunidad autónoma.
Estas son dos de las principales conclusiones extraídas de la “Enquisa estrutural a fogares” que el (IGE= Instituto Galego de Estadística)” dibuja el panorama exacto en el que se encontraban las familias ourensanas antes de los efectos de la pandemia, que según los agentes sociales, se han multiplicado las carencias.
La pandemia agrava la situación
La situación se agravó durante el confinamiento, aumentó mucho la demanda. Había mujeres que cuidaban personas mayores que quedaron en el limbo, según los datos del Centro de Desenvolvemento Rural Portas Abertas, que da cuenta de la inmensidad de la crisis Covid-19.
Lo que es un evidencia es que con esta crisis se ha perdido mucho empleo. La gente necesita ayuda ya que muchos de los afectados vivían en una economía sumergida que se ha resentido mucho más en estos momentos, palabras de María Tabarés, directora de Cáritas Ourense. Hay ourensanos que aún no se recuperaron de la anterior recesión
económica.
La desigualdad y las diferencias cada vez son mayores o se han agrandado con esta crisis sanitaria y puede que mucha gente no recupere sus trabajos que eran precarios, debemos hacer políticas de fomento y recuperación del empleo.
Se podría poner muchas propuestas encima de la mesa para erradicar estas tasas enumeradas anteriormente. Me conformo como socialdemócrata, con que se cumpla el 80% de la Estrategia Nacional de Prevención y Lucha contra la pobreza y la exclusión social aprobada por Acuerdo del Consejo de Ministros en el año 2019.
Pobreza y Exclusión social: Enfermedades de la Sociedad Actual – Rosa Martínez Rodríguez, concejala (PSdG-PSOE) en
Ourense
LA ECONOMÍA Y LA SOCIEDAD DESPUÉS DE LA PANDEMIA Viernes 10 de septiembre, 2021 19h/7pm (Madrid) Ateneo de Madrid, Salón de Actos
La economía y la sociedad después de la pandemia
10 sep 19:00 h. Conferencia organizada/o por Sección de Pensamiento Marginal en: Salón de Actos
Secciones de Pensamiento Marginal, de Ciencias Sociales y de Información y Comunicación. La economía y la sociedad después de la pandemia. Intervienen Ramón Tamames y Antonio Miguel Carmona. Introduce Ilia Galán. Presenta José Luis Cordeiro. Modera Odilo Domínguez. Salón de Actos. 19h
ENTREVISTA A ANTONIO MIGUEL CARMONA EN EL DIARIO MONTAÑES 26 de junio de 2021
El Gobierno de la Nación ha aprobado una ayuda de 320 millones de euros para la fusión de dos agencias de viaje. Las artes escénicas, propiamente dichas, facturaron, el último año antes de la pandemia, 160 millones de euros. La mitad. Con estos datos he pensado en irme al país más lejano posible, Nueva Zelanda, y ocultar, a cualquiera que me pregunte, que soy español.
Lo digo porque nuestra cultura ubérrima bien parece, sin embargo, un ñengo sin alimento rodeado de ñomblones a los que nada importa el teatro o la música, la danza o simplemente la lectura.
El Miércoles Santo compartía café en una terraza cercana a la Plaza de Colón con un gran amigo, presidente de una de las cinco más grandes compañías de España. Relatábamos agobiados el hecho de que el Gobierno hubiera dado 320 millones de euros a dos agencias de viaje sólo para fusionarse.
Nos imaginábamos cuántas pequeñas empresas pudieran financiarse, start ups con más posibilidades que experiencia. Podía destinarse ese dinero a la ciencia, imagínense, o a descubrir una nueva vacuna. A la I+D o a la Cultura. A tantos sectores que verdaderamente generan valor añadido, crecimiento y empleo.
Al día siguiente, Jueves Santo, participé a las nueve de la mañana en un programa de Antena 3, ´Espejo público´, magistralmente presentado por la conocida periodista Lorena García. No pude por menos que recordar la ayuda millonaria.
Ese mismo día, a media mañana, pasé frente al Teatro Español. Un gran cartel decía que en pocas semanas iban a estrenar Antígona de Sófocles. Adoro el teatro clásico. Comparto con mi queridísimo amigo, Ignacio Amestoy, una profunda admiración por el drama ático, desde Esquilo a Menandro. “Los enfrentamientos entre los humanos son la esencia del teatro de hoy” ( Ignacio Amestoy, Siempre la tragedia griega, Ediciones Complutense, 2019).
Más tarde, al mediodía, antes de la Hora Santa, estuvimos comiendo en una terraza, cumpliendo todos los protocolos, el genio de Pedro Ruíz, el dramaturgo Natalio Grueso, el actor Javier Quero, el periodista Javier Gállego y servidor. Nada santos ninguno de los cinco. Mientras nos hacían la segunda mejor paella del mundo les dije: -“Sófocles en Madrid”. Antígona, vamos. “Alguno pensará que Sófocles es un jugador de fútbol”, inquirió Pedro. “Del Panathinaikos”, le seguí. Acabamos el inolvidable almuerzo riéndonos de una anécdota de Johannes Brahms (un músico que jugaba en el Bayern hace muchos años) por un asunto que ya contará Quero cuando le plazca y sin citarme.
El dato de los 320 millones de euros a la fusión entre dos agencias versus los 160 de la recaudación anual de las artes escénicas, dio pie a un valle de lágrimas. Mientras separábamos la sepia del grano no parábamos de quejarnos de la situación de la cultura en una país que , sin embargo, fue capaz de copiar la métrica italiana a través de Garcilaso, hacerse universal con Cervantes e incluso a recitar nanas gracias a Miguel Hernández. Contábamos sin cesar la cantidad de obras de teatro que bien pudieran representarse con esos más de trescientos millones de euros de vellón. O los niños que podrían llenar un teatro con su entrada gratuita, agarradita de la mano, para ver su primera obra que jamás olvidarían.
Antes de la pandemia la cosa ya venía decayendo. Si le echamos un ojo al Anuario de Estadísticas Culturales o al Informe de la Academia de las Artes Escénicas de España acabaremos, como Antígona, encerrándonos en una tumba.
Por ejemplo: en 2017 se realizaron en España 49.000 representaciones, frente a las más de 72.000 hace diez años. Eso ha supuesto que, si el número de espectadores ascendió a 13 millones en 2017, hace diez años hubo, sin embargo, 17 millones de butacas vendidas. Otra pandemia, la de la incultura, se ha llevado por delante a cuatro millones de asientos.
¿Y qué han hecho el Estado, las CCAA y los Ayuntamientos? En el período 2007-2017 los presupuestos públicos en Cultura pasaron de 7.000 a 4.700 millones de euros. Ni la Sanidad (que mira que le han hecho daño), ni la Educación (cuyos recortes también fueron vergonzosos), han sufrido tamaña poda.
Para mayor abundamiento, si a los 160 millones de euros le quitamos 110 de musicales (de los que casi la mitad corresponden a las empresas Stage y SOM Produce), quedan 50 millones de euros para el resto. Y si a su vez le restamos los stand-up-comedies (monólogos) y números de magia, nos queda para el ´teatro de palabra´ únicamente 25 millones de euros al año de recaudación. Sófocles en el Panathinaikos.
Y todo ello antes de la pandemia. Porque un estudio de Ernst and Young señala que las pérdidas de las industrias culturales en los países de la UE ascendieron en 2020 a 199.000 millones de euros. Las artes escénicas vieron caer su facturación un 90% (Sófocles incluido). Les recuerdo en este punto que las artes escénicas “sólo” dan trabajo a casi ocho millones de personas en Europa.
Nunca ocultamos nuestra amistad el poeta y exsenador Juan Van Halen y yo (a diferencia de Lorca y José Antonio). Debatimos quién de los dos bandos tiene una pléyade más ignorante y aturdida. Cada uno pensamos que los propios. (No se pierdan su último libro de poemas).
¡Qué Sófocles! Porque ya si hablamos de los nuevos creadores, su vagido ni se percibe ante el estruendoso ruido de los insultos en sede parlamentaria. O las tertulias bipolares. O los realities costumbristas a los que nunca me acostumbraré.
¡Pero qué se puede esperar de un país en el que Vicente Aleixandre insistía que no cambiaran tras su muerte el nombre de la calle donde se erige la casa donde vivía, Velintonia, y no se les ocurriera poner el suyo! Casa que yo, siendo concejal, propuse convertir en Hogar de los Poetas. Pues nada, cambiaron el callejero y Velintonia fue sustituida por la calle Vicente Aleixandre. ¿Y no pudieran haber puesto su nombre a la que ahora se llama Martínez Campos como yo propuse sustituir el nombre de la Plaza Vázquez de Mella por la de Pedro Zerolo?
El caso es desleír nuestra cultura. Y menos mal que no cayó en manos del Ayuntamiento de Palma porque lo mismo hubieran confundido a Esquilo con un militar franquista. O Castells, el ministro de Universidades propuesto por Pablo Iglesias, que es capaz de fusilar al autor de La Regenta en la Guerra Civil más de treinta años después de su muerte. ¡El ministro de universidades!
Aquí solo se sostiene aquello que es inmarcesible. Las piedras. Nuestro patrimonio arquitectónico. Y, a veces, ni eso. Que tiramos de nuestros monumentos como jerapellinas que no dan más de sí.
El caso es que al final todos nos sentimos un poco Sófocles, a quien su hijo denunció por demente para quedarse con la herencia. En la audiencia, el dramaturgo se defendió diciendo: “Si estoy loco no soy Sófocles y si soy Sófocles no estoy loco”. Para acto seguido recitar de memoria ante el tribunal su Edipo en Colono.
Sófocles, a diferencia de Esquilo, puso al hombre en el centro de la escena. Le dio protagonismo al tercer actor. Logró dar el gran salto que luego continuaría Eurípides. Pero entonces gobernaba Pericles. Ahora no.
Cuando fui candidato a alcalde de Madrid puse como primer capítulo del programa electoral la cultura. Y, de forma destacada, que Madrid fuera la capital del español en el mundo: “Nuestros pozos de petróleo es la cultura”, dije (perdón por la cita).
La noche en la que amanecía Viernes Santo no me podía dormir. Busqué en You Tube Antígona y me encontré con la película de Irene Papas. Con la que soñé. Aunque Irene tiene ahora 94 años y, como Eurípides o Esquilo, es inmortal.
Castíguenme por réprobo. Me llamarán ñuzco. Pero no estoy de acuerdo con que el Gobierno de la Nación suelte 320 millones de euros para la fusión de dos agencias de viaje. 53.244 millones de pesetas, oiga. Frente a los 160 millones de euros que recaudaron las artes escénicas. Para irme de este país.
En fin, no les caerá esa breva. He visto un reportaje sobre Nueva Zelanda y he comprobado que es un país ordenado, limpio, progresista y aburrido. Así que nada. Que le den a Wellington y a sus alrededores. Me vuelvo imaginariamente a mi Malasaña de mis entretelas que me vio nacer. Que, como aquí, no se tiran las cañas en ningún lado. Y, además, allí no ponen tapa.
Entre Sófocles o Irene Papas no tuve dudas con quien iba a soñar. Tenga la edad que tenga. Sófocles, pobre, debe estar camino de la Moncloa para preguntar qué hay de lo mío. La cultura. En el fondo qué hay de lo nuestro. Lo nuestro. Lo único que es nuestro.
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INTERVENCION XAVIER MARIN, VICEPRESIDENTE DE SOCIETAT CIVIL CATALANA, EN TWITER EN DEBATE CON EL REPRENTANTE DE LA ANC
ELECCIONES CATALUNYA 14 FEBRERO2021
https://www.facebook.com/1111527448/posts/10223707262125513/?d=n
"Los ataques gratuitos a Illa y a VOX les dá más relieve mediático"
"Colaborar con los partidos constitucionalistas: sí. Dejar que ellos marquen la linea de SCC: no"
"Illa brilla, porque el resto de candidatos son muy mediocres"
"La independencia es egoismo económico y supremacismo cultural"
"Los políticos actuales se destacan por la falta de coherencia en tre lo que dicen y lo que hacen"
"NO habrá referendum por la independencia NUNCA"
¿QUÉ TORTILLA HACEMOS CON ESTOS HUEVOS? EL GOVERN POST 14-F
Vayamos por pasos. Primero reconociendo que los grandes ganadores de la noche electoral son el PSC, con 33 escaños (+16) y VOX, con 11.
La medalla de oro al gran perdedor es para CIUDADANOS, 6 diputados; que con la pérdida de 30 escaños, ha regado la aparición de VOX y el crecimiento espectacular del PSC.
A pesar de que el miedo al COVID pueda haber influido en la abstención, esta no se diferencia mucho de la del 2006 y 2010, cuando los virus se llamaron “Estatut que nadie pedía” y “Tripartito del Dragón Kan”
Recordando a los clásico ahora nos preguntaremos ¿Qué hacer¿
El bloque constitucional, con todas las reservas de adscripción que quieran hacerse, 61 escaños; no suma ni de lejos
Un Tripartito III: PSC+ERC+ECP = 74 escaños; provocaría un cisma en las propias bases de esos partidos. Ya no hablo de mantener la coherencia de sus líderes sobre sobre la palabra dada, que nunca me creí.
Lo peor que nos podría pasar ahora es la reedición del Govern Bipartito de ERC+JUNTS.
ü 4 años más de bronca política a cuenta del “fet diferencial”.
ü 4 años más de inseguridad jurídica para las empresas que optarán por la deslocalización y la pérdida de empleo.
ü 4 años más de enfrentamiento civil a costa de la lengua; la colonización de entidades y asociaciones regadas con buenas subvenciones que salen de nuestros impuestos.
ü 4 años más de indigencia intelectual y mediocridad política, no hay Cataluña que los aguante.
La opción menos gravosa y perjudicial para el bien común y la convivencia pacífica es que el PSC, partido ganador en votos, tuviera la generosidad y la suficiente inteligencia política como para ofrecerle a ERC un apoyo coyuntural para la investidura de Aragonés, con la condición de mantener fuera del Govern a los muchachos de Puigdemont, que siguen entre tirados al monte y subidos a la parra.
Un Govern de ERC en minoría, que se viera obligado a negociar cada nueva ley que quiera legislar y que se fuera cociendo en su propia salsa.
Los herederos de CDC, partido estructurado desde el pesebre institucional, con los recursos del Govern y las mordidas del 3%. Una “organización criminal para delinquir” según la propia calificación de la sentencia judicial que les condenó; no aguantaría la travesía del desierto sin engrase económico que le sustente. “Sense calerons” que es la argamasa que les une, acabarían disolviéndose como partido y sus diputados se irían fugando, buscando albergue que les diera sombra entre la CUP y ERC.
Aun así, déjenme reconocer que los resultados han sido nefastos para los constitucionalistas, que esperábamos que los frustrados secesionistas de la DUI y de la #RepubliquetaC@tqueno existeixidiota, hubieran aprendido algo. El desarrollo de Cataluña será un seguir escarbando en el pozo, hacia abajo.
Xavier Marín Portavoz de LÍNEAS ROJAS/VICEPRESIDENTE DE SOCIETAT CIVIL CATALANA/EX MIEMBRO DEL CONSEJO NACIONAL DEL PSC
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'El cuento de Claudia' de Mari Ángeles Solís
09.02.2021
Cuando cerraba los ojos veía paisajes con niebla en los que se le antojaba haber vivido alguna vez. Sus recuerdos manoseaban el calendario intentando encajar en el tiempo aquellos momentos soñados, pero no era posible. Simplemente, se engañaba. Claudia se equivocaba. Acaso, sentir que había perdido sus alas, la obligaba a encerrarse en un mundo aparte, sólo suyo, fuera de toda realidad.
A Claudia le gustaba hacer suyo el otoño, adentrarse en él, poseerlo... como si cada hoja caída fuese un jirón de su alma. Como si cada hoja seca formase parte de las páginas que nunca escribió.
Hacía años que había renunciado a escribir. Las reglas de una sociedad decadente la encasillaron en una vida vulgar. O, tal vez no...Lo que para otros era normal, para ella era vulgar. Y ahora se encontraba encerrada en una cárcel, de oro... pero cárcel, al fin y al cabo.
Recordaba cuando todas sus amigas, plenas de juventud, se fijaban en hombres jóvenes. En cambio, ella no. Hasta para eso era la "rara" del grupo. A ella le gustaban los hombres de más edad, no "viejos" como se burlaban sus amigas. A Claudia le importaba poco el físico de los hombres, era su inteligencia lo que la atraía. Eso hizo que su matrimonio fuera distinto, puede que algo aburrido, pero especial.
Claudia prefería un marido que, cuando desviaba su vista, lo hacía para adentrarse entre las páginas de un libro, naufragar entre sus historias o mantener con ella largas conversaciones sobre arte.
Salía poco, al principio no le hizo falta... aunque el tiempo fue cicatrizando su soledad.
Su antigua pasión por escribir la llevó a vivir en sí misma las historias que imaginaba pero que sentía que era incapaz de plasmar en un papel.
Por eso se escapaba. Por eso salía noche tras noche, sola, intentando encontrar alguna luz. Andaba y andaba por las calles antiguas, embriagándose del olor a añejo que deja el pasado en las piedras húmedas de escarcha. Le gustaba sentarse en las plazoletas solitarias, en sus bancos inermes, mientras se fumaba un cigarrillo mirando cómo vacilaba la luz en los faroles. Su corazón palpitaba como quien espera la muerte. Sentía el frío en su cuerpo mientras se imaginaba que podía ser la última vez. Cuando salía de casa, observando la indiferencia de su marido, venía a su mente el mismo pensamiento: "puede ser el último paseo". Aquella escena se repetía día tras día, y en las noches se sentía libre callejeando, soñando con encontrar la luz.
Aquella noche, el otoño empezaba a decir adiós. Un viento frío azotó las persianas anunciando el frio invierno. En una esquina del salón, su marido, como siempre, absorto en un libro. "Me voy", dijo Claudia. Pero él no respondió. Ni siquiera alzó sus ojos para verla salir. Caminó por las calles vacías. Su sombra la perseguía e intentaba engañarla en una confabulación absurda con los faroles de luz mortecina. Aquella noche no tenía ganas de juegos. Llegó a la plazoleta donde le gustaba sentir la oscuridad. Sentada en uno de los bancos de piedra, encendió un cigarro y vio cómo el humo formaba una pequeña nube ilusoria que la transportó, nuevamente, a aquellos paisajes con niebla. Y, entonces, oyó un correteo y unas risas. Desde la esquina, una niña la miraba de una forma inquietante.
-¿Qué haces ahí? -gritó Claudia.
-Nada... he visto que estabas triste y no sabía cómo acercarme.
-¿Cómo te llamas?
La risa de la niña volvió a llenar la plaza, de un modo persistente. Era una risa de felicidad, de alguien que no tiene preocupaciones, la risa de alguien libre.
-Anda, ven y dime cómo te llamas.
-No importa -dijo la niña -lo importante es que pueda darte algo.
-¿Algo?, ¿el qué? -preguntó Claudia confundida.
El silencio se hizo dueño de aquel instante. Claudia miró a la niña. Llevaba pantalones vaqueros y zapatillas de deporte desgastadas. Se abrigaba con un plumón donde intentaba esconder su cabecita para resguardarse del frío y bajaba su barbilla para que el viento helado no rozase su cara. Le recordaba a alguien, sobre todo, ese gesto de esconder la cara. Sí, ella misma, de niña, solía hacerlo... había algo en aquella niña.
-Mira, llevas un cordón desatado. ¿Cómo es que a estas horas no estás en tu casa?
-Es que me gusta saltar por los adoquines de las calles y se me desatan.
-¿Y por qué no estás en tu casa?
-¿Por qué no estás tú en la tuya? -respondió la niña de un modo que a Claudia le pareció absolutamente insolente. Pero se armó de paciencia y continuó la conversación.
-Me gusta ver anochecer paseando por estas viejas calles. Cuando me siento en esta plaza triste, una nostalgia extraña se apodera de mí.
-Pero esta plaza no es triste. Aquí la única triste eres tú -aseveró la niña, sin mirarla a la cara, mientras hacía rayas con el pie en el suelo.
-Todavía no me has dicho cómo te llamas -volvió a insistir Claudia.
-¿Cómo habrías querido tú llamarte?
-¿Y eso qué importa ahora? -dijo Claudia sorprendida.
-Mucho...porque el nombre por el que quieras que se te reconozca será el que traslade lo que hay en tu interior.
Claudia empezó a sentirse molesta en aquel diálogo con la niña desconocida. Ella se sentía vacía y atrapada en su presente. Mientras que esa extraña presencia la colocaba en el lugar exacto de su vida, ese en que tuvo la posibilidad de elegir, elegir un camino, su camino.
-Me voy -dijo la niña a la vez que Claudia la sujetaba del brazo para impedirlo.
-Antes has dicho que podías darme algo, ¿a qué te referías? -pero apenas pudo terminar su pregunta.
La niña soltó su brazo de la mano de Claudia y empezó a correr. Entonces, se detuvo y ahora sí que la miró a los ojos.
-Ahora ya sé lo que puedo darte.
-¿Te espera alguien en casa?, ¿están allí tus padres? -le preguntó Claudia.
-Siempre hay alguien que nos espera, aunque no lo queramos admitir.
Claudia sintió cómo esa frase se colaba en lo más profundo de su alma. La niña siguió alejándose, pero, al llegar a la esquina de las risas se volvió y le dijo: "No te olvides de escribir esto"
¿Qué había querido decir aquella niña?, ¿Qué es lo que podía darle? Esa noche, cuando regresó a casa, un nerviosismo extraño se apoderó de ella. No pudo dormir. Daba vueltas y vueltas en la cama, las palabras de la niña retumbaban en sus oídos. Y, algo aún peor, aquella niña le recordaba a alguien... sí, le recordaba a ella misma, cuando tenía su edad.
Estuvo todo el día ansiosa porque llegara la noche, necesitaba volver a la plaza y reencontrarse con lo que estaba empezando a considerar un fantasma del pasado. Quería saber la verdad, ¿Cómo sabía aquella pequeña su anhelo de escribir?, ¿Qué era ese "algo" que podía darle?
La noche empezó a caer sobre la ciudad y Claudia apresuró sus pasos hacia la plaza. Tenía que encontrar a la niña, tenía la certeza de que la pequeña volvería. Había una conversación pendiente entre ambas.
El frío se colaba por todos los rincones y metía su barbilla en el cuello del chaquetón para que el viento helado no le impidiese respirar. Ya en la plaza, se dirigió hacia el banco donde siempre se sentaba para esperar a la niña pero, aquella noche, el banco ya estaba ocupado. Una anciana de cabellos blancos se había sentado en él. Claudia se acercó delicadamente y le preguntó:
-Perdone, ¿ha visto por aquí a una niña?
-En esta vida has de aprender algo, mujer: si buscas algo, es que no es para ti. Sin embargo, aquello que llega sin esperar y se acopla en tu vida será lo que realmente te pertenezca. No se trata de buscar, sino de encontrar. El valor está en lo que te encuentras en tu camino, no en lo que buscas.
Claudia permanecía callada, escuchando a la anciana que miraba hacia el suelo observando la luz mortecina de los faroles.
-Señora -dijo Claudia, rodeando con su brazo el cuerpo de la anciana -va a coger frío sentada aquí.
Ni siquiera entonces la anciana levantó la mirada para observarla. Se dejaba abrazar por Claudia que estaba preocupada porque no cogiera frio a esas horas de la noche.
Escuchó un suspiro brotando de los labios de la anciana, una palabra ininteligible que ella creyó escuchar en esos labios consumidos por la vejez, su nombre. Creyó escuchar "Claudia", mientras su mano sentía la tentación de acariciar aquel rostro lleno de arrugas. La tenue luz de los faroles agonizó, dejando la plaza a oscuras.
Claudia sintió cómo un escalofrío recorría su cuerpo. La anciana, se levantó del banco con cierta dificultad agarrándose a un bastón. Ni aún entonces la miraba.
-Voy despacio a casa... allí me esperan. Igual que a ti -dijo, dirigiéndose hacia la bocacalle por la que, el día antes, se oían las risas de la niña.
-Señora, tenga cuidado, apenas se ve, no hay luz -dijo, con cierto nerviosismo, Claudia.
-No hija, no hay problema. Si no hay luz, tampoco hay sombras que te confundan. Así podemos ver las cosas con más claridad.
Alzó la mirada para despedirse de Claudia. Entonces los vio, vio aquellos ojos que le recordaron aquellos paisajes con niebla en los que se le antojaba haber vivido alguna vez. Y tembló.
Parada en medio de la plaza, paralizada por el frío y por lo que había ocurrido, observó como la anciana se alejaba, se volvía lentamente y le decía: "No te olvides de escribir esto"
Durante unos minutos creyó que todo lo había soñado, lo de esa noche y lo de la noche anterior. La niña y la anciana se habían despedido de ella con la misma frase. "No te olvides de escribir esto". Un extraño impulso la hizo regresar a casa, corriendo, casi sin aliento...
Cuando llegó a su hogar, no lo pensó dos veces. Mientras escuchaba la voz de su marido decirle: "me alegro que estés aquí, ya te esperaba...", ella abría el ordenador y escribía sin parar. Pasada media hora, sintió el aliento de su compañero que había leído todo lo que había escrito hasta el momento. "Es precioso, Claudia. Es muy bueno". Claudia sonrió y acercándose despacio a él, le dijo:
-¿Qué título pongo?
-Sin duda alguna, esa historia ya tiene nombre, es "El Cuento de Claudia".
Escribió el título en el encabezado, se sentaron en el sofá y se abrazaron... Claudia cerró los ojos y en ese momento vio con toda nitidez aquellos paisajes con niebla en los que se le antojaba haber vivido alguna vez. Sólo que, ahora, lo hacía después de escribir en su cuento todo lo que había marcado su alma. Se abrazó a su amor, aquel amor que siempre había dado color a sus alas, aquel amor que... ¡siempre la esperaba!
Mari Ángeles Solís del Río. Nacida en Jaén en 1977. Estudios de Derecho en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la capital jiennense. Aunque, paralelamente, fue desarrollado su gran vocación que no es otra que escribir. En el año 2003 consiguió el VI Premio Provincial de Poesía "Federico Mayor", por su libro Raíces. Ha publicado poemas en la revista Claustro Poético, además de diversas colaboraciones en otros libros como, por ejemplo, en la antología A Federico Mayor por la Paz de la Institución Literaria Nacional Federico Mayor Zaragoza, o Tierno Galván, el mejor alcalde de Madrid de Nicolás Ferrando y cuya presentación corrió a cargo de la Fundación Socialdemócrata. En la actualidad es colaboradora de la revista cultural La Mar de Onuba y en Diario Progresista.
Participación en la Antología "de las sogas de la felicidad, del amor, por ejemplo: para no vencernos nunca", con el escrito "La Encrucijada", antología dirigida por Antonino Nieto Rodríguez de la editorial Lastura.
Participación en la Antología "Un tiempo fuera del Tiempo", con el escrito "Llegó para poseernos", antología coordinada por Antonino Nieto Rodríguez y Ramón G. del Pomar, de la editorial Ocho y Medio, Libros de Cine.
Otras colaboraciones:
"In Memorian", artículo en la obra Todo por Madrid Biografía Autorizada de Antonio Miguel Carmona (2017), en la que participan Luis Alberto de Cuenca y Carmelo Encinas.
"La huella imborrable del Viejo Profesor", artículo en la obra Arganzuela: Atocha, Delicias, Legazpi (2018).
"Poema a Tierno" que cierra la obra Tierno Galván, el mejor alcalde de Madrid (2019), en la que participan Juan Barranco, Luis Antonio de Villena, Virgilio Zapatero, Joaquín Leguina, Antonio Miguel Carmona y José Manuel Franco, entre otros.
"Poema a Pedro Zerolo" que se encuentra en la obra Zerolo (2020), en la que participan José Luis Rodríguez Zapatero, Juan Fernando López Aguilar, el Padre Ángel y Mónica Silvana González, entre otros.
ARTICULO PUBLICADO EN DIARIO 16 EL 2 DE FEBRERO DE 2021
La Unión Europea y las vacunas
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02/02/2021
Cuando estábamos esperando como agua de mayo las vacunas que nos van a salvar del genocidio que está ocasionando el covid19, resulta que no las tenemos. Todos los gobiernos de la UE han estado durante nueve meses, desde que se decretó el confinamiento, haciendo propaganda del esfuerzo que varias corporaciones farmacéuticas realizaban para obtener una vacuna eficaz contra este enemigo de la humanidad que es el corona virus. El trabajo intenso por “el bien común” a que se habían dedicado los gigantes de la industria de la salud en investigaciones y experimentos constantes, habían dado como resultado que se obtuvieran no una sino cinco clases diferentes de vacunas, según dicen. Y, por supuesto, nuestras autoridades europeas se habían aprestado, con el afán que siempre les guía de atender el bienestar de sus súbditos, a encargar y reservar millones y millones de dosis que nos repartirían inmediatamente que las recibieran. Pero parece que no compraron más que a uno de los laboratorios.
En este trocito de la Península en que acaba la UE, los gobernantes locales, llevados por el mismo afán y deseo de atender el bien común, nos han bombardeado hasta la extenuación con la necesidad de vacunar a la mayor parte de la población, comenzando por los grupos de riesgo: sanitarios, mayores estabulados en residencias que se han convertido en lugares de exterminio, sobre todo en Madrid, personal en contacto con los enfermos y mayores de 65 años.
A principios de enero comenzaron las operaciones de pinchazos en los brazos de los pacientes, cuyas imágenes nos suministraron generosamente las televisiones. Cuando llevaban sólo algunas semanas, cada día nos daban el parte del porcentaje de cumplimiento en cada Comunidad, y dejando de lado la peripecia chusca de que autoridades municipales, cargos del Ejército y políticos, se saltaron la cola y se vacunaron prematuramente con un afán desmedido por precaverse de la infección, el gran escándalo estalló cuando nos enteramos de que ya no teníamos más vacunas porque las farmacéuticas no nos las servían. Se habían acabado. Es imposible suministrar los miles de millones que pretendía la UE distribuir entre sus socios, simplemente porque no las tienen.
La pelea estalló entre las farmacéuticas, los dirigentes de la Unión y el Reino Unido, que ya no es socio, ni siquiera amigo de fiar. Porque el laboratorio AstraZeneca de propiedad anglo-sueca, que está ubicado en Londres no nos va a entregar las cantidades pedidas. Ahora Londres no está por ayudar a los atrasados y pedigüeños continentales pobres, que siempre le han estado pidiendo, por eso se ha hartado y se ha ido, haciendo una morisqueta, y se ha quedado con las vacunas para vendérselas al mejor postor.
Cuando la ilustre presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, le ha reprochado al jefe de gobierno británico el incumplimiento del convenio, que al parecer incluso está firmado, Boris Johnson ha replicado, en el mejor estilo inglés, que primero tiene que atender las necesidades de los súbditos de su Majestad, y que por tanto a esos europeos mendicantes les enviará el resto de las que le sobren, después de haber vacunado a los ilustres británicos.
Porque la gran potencia europea que ha construido la Unión, según los pomposos títulos que a sí misma se da, no tiene capacidad, en ninguno de sus 27 países asociados, cuyo número repiten siempre, para haber construido y mantenido un laboratorio con técnica y eficacia, para fabricar en el inverosímil tiempo de nueve meses, millones y millones de ampollas, ya que la vacuna ha de administrarse dos veces, en el intervalo de veinte días y si no, no hace efecto.
Pero veamos, ¿es que acaso alguien cree ese eslogan de que la Unión Europea es una gran potencia económica e industrial? Contemos la mayoría de los países asociados, comenzando por el sur del continente: Malta, Grecia, Chipre, Italia, España, Portugal; seguimos ascendiendo hacia el norte y tenemos Luxemburgo, Irlanda, Estonia, Letonia, Lituania, y al Este, República Checa, Rumania, Eslovenia, Croacia, Polonia, Bulgaria, Hungría. Nos quedan en una situación decente pero nada superior, sobre todo por la cantidad de población que albergan, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Austria. Los cinco juntos no alcanzan 50 millones de habitantes y en consecuencia su PIB es el 10% del de EEUU. En resumidas cuentas, esas decenas de paisitos, salidos de las ruinas de la II Guerra Mundial, instalados precariamente en unos cuantos miles de kilómetros cuadrados a que los han reducido las escisiones y destrozos de las agresiones imperialistas, son incapaces de construir una industria potente. Nos quedan Francia y Alemania, que, como vemos, presumen más de lo que pueden cumplir.
Ha quedado de manifiesto que en la primera gran crisis a que tiene que hacer frente la Unión Europea todo lo que ha presumido en cincuenta años se queda reducido a los rugidos de un tigre de papel. Resultaba patético ver en la comparecencia televisiva a la Presidenta de la Comisión, la señora Von der Layen y al Presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, indignados, con las mejillas coloradas y las venas del cuello a punto de estallar, exigiendo al laboratorio AstraZeneca que cumpliera sus compromisos.
Pero, ¿qué ha sucedido en estos nueve meses desde que se enteraron de la pandemia –no desde que estalló que fue mucho antes- para que los dirigentes europeos, recién instalados en sus sillones, que no elegidos puesto que no los votamos, no hubieran sabido ni fabricar ni contratar seriamente las vacunas que según dicen necesitamos para sobrevivir? Con toda evidencia el laboratorio AstraZeneca, radicado en Londres, se las ha vendido al gobierno británico, y si le sobran puede ser que se las proporcione a EEUU, que debe pagarle más que la UE. Es patético leer que la UE va a poner vigilantes en las fronteras para que las cajas con los viales no se nos vayan en camiones o trenes o barcos camino de países donde no son tan tacaños como esta Europa. Las dos Irlandas ya han puesto el grito en el cielo.
El economista Juan Torres explica que si el proceso de vacunación está siendo un desastre en la Unión Europea es porque esta ha planteado mal, desde el principio, la lucha contra una pandemia que va a terminar provocando, como se sabía que iba a ocurrir, la crisis económica más grave de la historia contemporánea.
Cuenta Torres que el laboratorio AstraZeneca, tiene un curriculum plagado de fraudes, incumplimientos y malas prácticas asociadas a su posición cuasi monopolista en los mercados. Los responsables del desastre en el que se hallan los países europeos no son los laboratorios sino las instituciones europeas: “La Unión Europea en su conjunto no ha sabido o no ha querido asumir que la pandemia de la covid-19 es un problema mundial y que como tal debería haberse enfrentado. Se ha sumado al «sálvese quien pueda» de los países más ricos, en lugar de entender que una emergencia planetaria como la que vivimos requiere medidas de cooperación global y que solo con eficacia, cooperación, solidaridad y equidad se puede combatir realmente a un virus que no entiende de fronteras.”
Afirma Torres que la Unión Europea ha actuado desde el inicio de la pandemia anteponiendo los intereses financieros a los sanitarios. Pero como es habitual identifica “toda” la UE con Alemania, la gran potencia que se beneficia del mercado que suponen los 400 millones de consumidores de los otros 26 países, y que es hegemónica no solo económica sino políticamente también, y así ha mantenido su estrategia particular de compra.
Sólo diez de los países ricos, donde no estamos los pobres españoles, disponen del 75% de la producción de las vacunas. Para qué hablar de lo que está sucediendo en los llamados “países en desarrollo” que no pueden pagar los precios que exigen las multinacionales de la farmacopea.
“La Unión Europea ha procedido con oscurantismo a la hora de contratar. Salvo en un solo caso, no se han hecho públicos los contratos a pesar de suscribirlos con dinero público; y solo por error o filtraciones se saben los precios de las vacunas o que se ha renunciado a exigir responsabilidad a las empresas. Una auténtica barbaridad cuando, al mismo tiempo, se ha permitido que el proceso de obtención de las vacunas haya sido irregular y en muchas ocasiones dictado por los intereses financieros de los laboratorios.” (Torres dixit) Lo que se oculta es que la UE está al servicio de los intereses económicos de las grandes compañías multinacionales.
Las autoridades de la Unión Europea ha dado por bueno que empresas como Pfizer vayan a tener unos márgenes de beneficio de entre el 60% y el 80% con su vacuna y, en general, que todas ellas hagan el mayor negocio de su historia gracias a la investigación básica que han realizado instituciones públicas y con el dinero de los gobiernos que ahora no les reclaman el valor generado por sus inversiones. La Comisaria de Salud de la UE miente cuando afirma que el mercado de este sector de producción es muy competitivo. El mercado de las farmacéuticas es en realidad un oligopolio, cuando no un monopolio.
El régimen de propiedad y las condiciones de los mercados actuales no facilita la innovación, ni mejora la cobertura de la salud en el mundo sino que las empeora, entre otras razones, porque las empresas dedican más recursos a obtener rentabilidad financiera que a innovar: en 2017, 2018 y 2019 dedicaron 28.600 millones de dólares a recompras de acciones y 10.000 millones a I+D.
Es una fantasía el eslogan repetido que justifica el sistema capitalista de que la competencia “leal” rige el mercado en beneficio de los ciudadanos. Lo cierto es que las grandes empresas funcionan en régimen de oligopolio sin competencia entre ellas y en buena parte se financian con dinero público, como ha sucedido con la investigación de las vacunas del coronavirus. Es preciso informar verazmente a los votantes de las subvenciones estatales de las que se nutren la mayoría de las corporaciones que se instalan en el territorio de la UE, mientras a la vez se apropian de los beneficios. En cambio, las autoridades europeas están dedicadas a recortar la inversión en bienestar, pensiones, cuidados, educación o salud y en absoluto van a expropiar las patentes cuyo monopolio afecta a la covid-19. Incluso cuando cientos de autoridades, premios Nobel, científicos y organizaciones de todo tipo lo están solicitando. Para combatir la pandemia se necesitaba la puesta en común de todas las patentes, datos, conocimientos y tecnologías disponibles en el planeta; un plan de producción y distribución global con transparencia y a precios reales; y la garantía de que la vacuna se proporcionaría gratuitamente a todas las personas y dando prioridad a quienes están más expuestas, a las más vulnerables y a los países con menos capacidad para salvar vidas.
A los dirigentes de la UE, que son los lacayos del Capital, no les preocupa el bien común ni actúan para salvar vidas porque al Capital no le interesa el bien común sino únicamente el de su cuenta corriente.
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INFORME JURIDICO
Publicado en 2018 en el Anuario Jurídico y Económico Escurialense
LOS PROGRAMAS DE CUMPLIMIENTO PENAL: ORIGEN, CONTENIDO, REGULACION Y EFICACIA DEL PROCESO
MªConcepción Rayón Ballesteros
María Pérez García
Publicado en esta WEB con licencia expresa de las auitoras
En un poema de 1962, censurado en principio por el régimen franquista, Gil de Biedma escribió: “De todas las historia de la Historia/sin duda la más triste es la de España,/porque siempre termina mal. Como si el hombre,/harto ya de luchar con sus demonios,/decidiese encargarles el gobierno/y la administración de su pobreza”.
Es difícil encontrar en la historia de España un pasaje y un paisaje en el que todos estemos de acuerdo. Los errores se suceden por falta de estadistas y exceso de pillabocadillos expertos en coyunturas y jaurías.
Yo soy republicano y socialista, que es como ser doblemente republicano, hijo político de la V República Francesa. Aun así, contemplo con temor los avatares de aquellos cuya experiencia es la de cometer errores y repetirlos como si nada pasara. Veo además con estupor las jaurías que se forman tras ellos que de republicanos, por cierto, no tienen nada.
Los mismos que decían “¡muera el rey!” gritaron después “¡vivan las caenas!”.
El error político del rey emérito marchando del país tras carta expeditiva y dando pábulo a interpretaciones de su huida tiene, es cierto, antecedentes que se repiten en nuestra historia. ¿Quién ha tenido tamaña temeraria ocurrencia?
El rey emérito debiera ser juzgado con naturalidad como todo ciudadano de una nación que merece siempre justicia y no impunidad. Pero eso no es ser republicano… es simplemente ser demócrata.
Otra cosa bien distinta es que el papel de Juan Carlos I como garante de la Constitución y del sosiego político de los españoles es incuestionable. La historia rendirá especial tributo a alguien que supo impulsar la transición y la reconciliación entre dos Españas.
Este asunto nos ha hecho ver que las dos Españas siguen vivas. Aquella, torpe y pelota, que es capaz de justificar, ya no sólo cobrar comisiones en negro, sino durante decenios mirar para otro lado para poner un cortafuegos entre los bienes públicos y los vicios privados.
Y aquella otra España, que se lanza como una jauría, con el vicepresidente del Gobierno al frente, uno de los mayores e insignificantes imbéciles de la historia reciente de nuestro país, títere de servicios de información del exterior, capaz de no respetar la presunción de inocencia de la misma forma que Cromwell tomaba decisiones de espaldas al Parlamento.
Vendrá la República y será traída por la prosperidad. Será cuando sea. Cuando decidan los españoles. Vencerá su imperturbable razonamiento cuando los ciudadanos deseen en tiempo, forma y ley. La República no será traída por independentistas, populistas y periódicos de derechas.
El error del rey de marcharse ha sido aprovechado por fanáticos como Cromwell. Es obvio que el reinado de Carlos I de Inglaterra fue tan insensato como estúpido. Pero no menos cierto es que la alternativa no era Cromwell porque, como un péndulo, traería de nuevo a los monárquicos como Carlos II de Inglaterra y Escocia.
Si los españoles deciden, como deciden, que Felipe VI sea el Jefe del Estado, nadie debe tratar de violentar nuestra ley y la voluntad popular. Y menos algunos medios de la derecha española que se creen que somos tontos. Acompañados por servicios secretos de otros países que están disfrutando como niños contemplando qué poco les cuesta la desestabilización y tener en nómina a algunos.
Cuando dos terceras partes de los españoles creen que la alternativa a Felipe VI es Felipe VI tengo que aceptar que la concordia pasa por la estabilidad en la Jefatura del Estado. El día que dos terceras partes de los españoles decidan que la República sea su forma de Estado, tendrá la otra España que respetar la legalidad y la voluntad de todos.
La que no es una alternativa es Cromwell. Porque tras un golpe como el del Protector, el péndulo de la historia volvería a inclinarse decenios después hacia el otro lado. A mí lo que más me importa es salvar el empleo y la salud de los españoles, el derecho a una vivienda, el fortalecimiento de la sanidad pública, la educación universal y que nadie se quede atrás.
Cuando los monárquicos regresaron al poder, corrieron a la tumba de Oliver Cromwell, le desenterraron, le colgaron de cadenas, le cortaron la cabeza, y la tuvieron expuesta a todos los británicos durante años.
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CONFERENCIA ASOCIACION ESPAÑOLA DE LA SINGULARIDAD
18 DE ENERO DE 2021
BITCOINS BLOCKCHAINS
En pocos años los robots formarán parte de nuestra vida cotidiana. La Asociacion Española de la Singularidad (tecnológica) presenta mañana miércoles la conferencia
*Robótica: aplicaciones y retos*, impartida por la profesora de la Universidad Carlos III e investigadora de RoboticsLab, Concepción Alicia Monje.
Miércoles, 12 de mayo de 2021, a las 19 horas, online, pinchando aquí:
https://meet.jit.si/AsociaciónEspañolaSingularidad
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